LO QUE UNE A LOS PROGRESISTAS

George LAKOFF

 (Fragmento de No pienses en un elefante. George LAKOFF; ed. española, Ed. Complutense, Madrid, 2007; cap. 8º. “Lo que une a los progresistas”, págs. 133 y ss,; ed. original 2004. Trad. Magdalena Mora)

Para abordar lo que une a los progresistas, en primer lugar, tenemos que preguntarnos por lo que los divide. Estos son algunos de los parámetros que los dividen con mayor frecuencia:

• Intereses locales.

• Idealismo vs. pragmatismo.

• Cambios radicales vs. cambios moderados.

• Militantes vs. simpatizantes moderados.

• Diferentes procesos de pensamiento: socioeconómico, de política identitaria, ecologista, libertario civil, espiritualista y antiautoritario (Véase Moral Politics, para más detalles).

Los programas se convierten asimismo en un grave problema para la unidad. Tan pronto como se concreta un programa, nos topamos con nuestras diferencias. Los progresistas tienden a hablar de programas. Pero la mayoría de norteamericanos no quiere saber nada de programas. La mayoría de norteamericanos quieren saber lo que defiendes, si tus valores son los mismos que los de ellos, por qué principios te riges y en qué dirección quieres llevar al país. En el discurso público los principios prevalecen sobre los programas. Sin embargo creo que, si se elaboran bien, los valores, los principios y la dirección política del país son precisamente las cosas que pueden unir a los progresistas y pueden unirnos porque conceptualmente se sitúan por encima de todo lo que nos divide.

 

Ideas que nos hacen progresistas

Veamos ahora una detallada exposición de cada una de esas diez ideas unificadoras:

1.- Valores que proceden de una visión progresista básica.

2.- Principios que realizan esos valores progresistas.

3.- Direcciones políticas que se ajustan a valores y principios.

4.- Una breve filosofía en diez palabras, que condensan los tres puntos anteriores.

 

La visión progresista básica

La visión progresista básica es la visión de una comunidad –la visión de América como una familia, como una familia generosa, que se preocupa y se responsabiliza de los demás. Nosotros visualizamos una América en que las personas son generosas, se preocupan por los demás, y no solo por ellas mismas, y actúan responsablemente, con fortaleza y eficacia, para con los demás.

Estamos todos en el mismo barco. Los Estados rojos (republicanos) y los Estados azules (demócratas), los progresistas y los conservadores, los republicanos y los demócratas. Unidos como lo estuvimos por breve tiempo, justo después del 11-S, y no divididos por una infame guerra cultural.

La lógica de los valores progresistas

El núcleo de los valores progresistas lo forman los valores familiares -los de una familia generosa y responsable.

• Preocupación por los demás y responsabilidad, ejercidas con fortaleza. Estos valores nucleares abarcan todo el espectro de los valores progresistas. Aquí tenemos esos valores progresistas y la lógica que los engarza con los valores nucleares.

• Protección, realización en la vida, justicia. Cuando te preocupas por alguien, quieres protegerlo del peligro, quieres que sus sueños se hagan realidad y quieres que lo traten con justicia.

• Libertad, oportunidades, prosperidad. No hay realización sin libertad, ni libertad sin oportunidades, ni oportunidades sin prosperidad.

• Comunidad, servicio, cooperación. Son las comunidades las que llevan a cabo la formación de los niños. La responsabilidad requiere servicio y ayuda para formar tu comunidad, Eso requiere cooperación.

• Confianza, honradez, comunicación abierta. No hay cooperación sin confianza, ni confianza sin honradez, ni cooperación sin comunicación abierta.

Precisamente porque estos valores derivan de la generosidad y de la responsabilidad, todos los otros valores progresistas derivan de éstos. La igualdad deriva de la justicia; la empatía forma parte de la generosidad; la diversidad, de la empatía y de la igualdad.

Los progresistas no solo comparten estos valores, sino que comparten también los principios de los que surgen estos valores.

 

  Principios progresistas

 Equidad. Es lo que se deben los ciudadanos entre sí y la nación. Si trabajas mucho, observas las normas y sirves a tu familia, a tu comunidad y a la nación la nación tendría que ofrecerte un nivel de vida decente, así como libertad, seguridad y oportunidades.

 Igualdad. Haz todo lo posible para garantizar la igualdad política y para evitar los desequilibrios del poder político.

Democracia. Maximiza la participación ciudadana; minimiza la concentración de poder político, empresarial y mediático. Maximiza la calidad de la prensa. Organiza elecciones financiadas con dinero público. Invierte en educación pública. Haz que las corporaciones funcionen sometiéndose al control de las entidades sociales implicadas y no solo de sus accionistas.

 Un gobierno para un futuro mejor. El gobierno hace lo que el futuro de América demanda y también aquello que no puede hacer eficaz y éticamente el sector privado, o aquello que este sector no hace en absoluto. La tarea del gobierno es promover y, a ser posible, proporcionar una protección suficiente, una mayor democracia, más libertad, un entorno mejor, una más amplia prosperidad, una mejor salud, mayor realización en la vida, menos violencia, y crear y mantener las infraestructuras públicas.

Negocios éticos. Nuestros valores son aplicables a los negocios. En el proceso de ganar dinero mediante la oferta de productos y servicios, los negocios no deberían afectar de manera negativa al bien público, tal como viene definido por los valores que acabo de citar.

 Política exterior basada en valores. Los mismos valores por los que se rige la política nacional deberían aplicarse, siempre que fuera posible, a la política exterior.

  He aquí algunos ejemplos de política nacional progresista que se trasladan a la política exterior.

• La protección se traduce en un ejército eficaz para defender y mantener la paz.

• La creación y el mantenimiento de una comunidad fuerte se traduce en la creación y el mantenimiento de alianzas fuertes y en el compromiso de una democracia eficaz.

• La generosidad y la responsabilidad se traducen en la preocupación por la población mundial y en la actuación responsable para con ella: salud, hambre, pobreza y ecología; control de la población (el método mejor: la educación de la mujer), y derechos para las mujeres, los niños, los prisioneros, los refugiados y las minorías étnicas.

• Todos éstos deberían ser asuntos que preocupasen a una política exterior basada en valores.

 

 (Reproducción exclusiva para uso escolar)

 

 

 

© Ramon Alcoberro Pericay